4 Cartas tristes de desamor

El amor es lindo cuando es correspondido, pero cuando llega a su fin o peor aun cuando una de las partes no siente lo mismo, pues es una gran desdicha o un engaño, porque sin darte cuenta sientes que estuviste con 1 persona que nunca te quiso y que solo te engaño, pues para esos momentos es que hoy te hemos venido a compartir esta carta triste de desilusión hechas para pensar y reflexionar sobre todo meditar sobre lo que nos paso y dejar ir todo aquello que nos lastima.

QUE INGENUA FUI

Que ingenua fui al creer en aquellas palabras dulces, cuando tú las decías sn sentir, y no te culpo porque yo sola me puse a imaginar y no quise ver la realidad. Dijiste un te quiero sin llegar a sentir, tus besos una mentira más sin materializar, momentos pensando en querer aclarar y tu solo pensabas en jugar, en que niño me pude fijar.


Que ingenua fui al fantasear con ese linda ¿Cómo estás?, debí preguntar lo que querías crear. Todo fue una fantasía, donde solo yo debí soñar y tú eras un gran actor al que le gustaba jugar. Pero en este juego no existe ganador, porque olvidaste que los sentimientos, no entran en el marcador, por ello te digo adiós

UNA CARTA TRISTE:

Finalmente he decidido quedarme junto a ti, aprovechando del amor que me das, hasta cuando Dios así lo quiera, o hasta cuando llegue la hora de tu partida.


No sé por qué la vida nos muestra un hermoso rostro al principio y luego nos va degollando poquito a poco para al final dejarnos casi muertos en vida. Sé que toda esta situación no sólo a mí me duele, pues sé que tú también me amas; y aunque no pienses en ello, yo no puedo olvidarlo ni siquiera por las noches cuando duermo, en mis sueños estás allí... Hasta te he visto casarte con otra mientras yo hago que miro a un lado.

ME DEJASTE CAER:

Creí que tus palabras eran sinceras y que cuando me hablabas de tu vida era porque de alguna forma, esperabas que algún día formase parte de ella. Porque cuando me contabas tus problemas, era porque querías que te ayudara, porque poco a poco iba formando parte de tí. Pretendí entender tus noches de locura y me reía contigo cuando muchas veces no tenía gracia. Te defendía ante los comentarios hipócritas de la gente que me daban a entender que tus noches eran demasiado largas. Sólo quería que supieras que estaba ahí y que si algún día querías que formase parte de esas noches lo iba a hacer encantada.


Tu error fue dejarme escapar, pese a tu juventud avanzada y saber perfectamente que me tenías, dejaste que aprendiera a convivir con mis heridas hasta el punto en que te olvidaste de seguir rodeándome con los brazos y me dejaste libre. Tanto fue lo que te olvidaste de seguir queriéndome, que ni tus palabras a tiempo, ni tus sonrisas ensayadas, ni la más sinceras de tus miradas pudo convencerme para volver y aunque quizá sé, que ahora tú vuelves a ser mío, también sé que yo tuya no lo seré nunca más.